José Manuel Albares, locuaz, hiperactivo y obediente ministro español de Asuntos Exteriores: Escribí ayer en otro espacio de esta misma página que Javier Milei es un patán del nueve largo. Por supuesto, después de sus regüeldos y sus insultos en la rave fachuna de Abascal del pasado fin de semana, el tipejo que preside la República de Argentina se merecía que le pusieran las peras al cuarto de modo oficial. Un tirón de orejas con tarjeta amarilla habría bastado.

Usted, que es del gremio de los encajes finos, lo sabe mejor que nadie. Pero quien le da las órdenes prefirió pasar de los principios diplomáticos y aprovechar el viaje para montarse un psicodrama excesivo que, a la hora de escribir estas líneas, va por la retirada de la embajadora en Buenos Aires y la amenaza de prohibir la entrada al garrulo. Todo, a ver si se remontan las encuestas de cara al 9-J. Excesivo.