María Solana es PP. No es un bulo de transfuguismo. Es su propio testimonio personal. Su tarjeta de presentación en el Congreso de los Diputados: P de periodista y P de política (PP). Sus dos pasiones confesas. La Solana ha encontrado buena sombra donde cobijarse: el Consejo de Administración de RTVE como vocal a propuesta del PNV. Seis años. Dedicación exclusiva. Unos 120.000 euros anuales. Deja el Parlamento de Navarra por incompatibilidad y sale de la dirección regional del PNV, en renovación. También, libera rivalidades en la dirección de Geroa Bai.
Pamplonesa de cuna, nació unas semanas antes de que Franco muriera. Tuvo la suerte de venir al mundo cuando en España realmente empezaba a amanecer. Licenciada en Comunicación Audiovisual por la Universidad de Navarra y con título de euskera por la Escuela Oficial de Idiomas, facetas que compartió en sus primeros trabajos. Su experiencia profesional como responsable de prensa y comunicación del PNV en Nafarroa (2007-2015) fue preámbulo de su cargo como portavoz del Gobierno de Navarra (2016) en el Ejecutivo de Barkos. Pronto sustituiría al efímero Mendoza en la consejería de Educación (2017), donde fue combativa y combatida. En listas de Geroa Bai al Parlamento, solo ha completado una Legislatura (2019-23).
La anterior y la siguiente ha estado poco más de un año por los señalados cambios de destino. En la actual, 3 de los 5 primeros parlamentarios de Geroa Bai (7 escaños) han abandonado ya la Cámara: Barkos (nº 1), al Senado; Solana (4), a RTVE; Arakama (5), a la dirección de Euskarabidea. Todos han dicho Geroa Bai; traducido, “Sí al futuro”. Al futuro personal para empezar. Al Parlamento navarro, bai. Para un rato. El Parlamento es el órgano representativo de la voluntad popular, del que emana el Gobierno. Legisla y controla. La institución política más importante. Un destino digno y exigente. No una sala de espera para promocionar. Habría que exigir compromiso de permanencia.