Finalizando una semana que no me cabe duda de que a Joseba Asiron se le habrá hecho dura por la reacción de muchas personas y colectivos al acuerdo sobre los Caídos –y el recorrido que imagino falta, claro–, el máximo mandatario de Pamplona ha recibido un balón de oxígeno en forma de aprobación ayer mismo de los Presupuestos Municipales, un trámite tras la entente entre 4 partidos pero que había que trasladar al papel y bajarlo a tierra con numerosas iniciativas y enmiendas y líneas presupuestarias, un trabajo que lleva su tiempo y que para el ejercicio de 2025 se finalizado mucho antes que en otras ocasiones.
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De la misma manera, la cifra resultante, casi 290 millones de euros, suponen un récord absoluto en la ciudad, lo que confiemos que dé poderío suficiente para atender las muchísimas necesidades que están esperando y las que se van generando año a año.
En cierta forma, los presupuestos suponen la primera gran piedra en el camino de cada legislatura y asegurarse unos nuevos y que más o menos satisfagan los intereses políticos y sociales de las formaciones que lideran el poder no es tan sencillo como parece desde fuera, así que habrá que esperar que no solo cumplen los intereses partidistas sino que sean unas cuentas que sirvan para hacer de Pamplona una ciudad mejor a todos los niveles.
Un informe municipal desestima la petición de derribo de los Caídos realizada por asociaciones memorialistas
Como ya digo, en una semana en la que las diferencias han surgido con Contigo tras no haber sido llamados a consultas para el tema Caídos, confiemos en que, por bien de todos, las aguas al menos en el resto de temas sigan por buenos cauces, en la medida en que cuanta más ciudadanía se sienta representada y escuchada en la toma de decisiones mejor y más abierto será un ayuntamiento, un hecho que no se dio en todo el proceso de los Caídos. Veremos qué van deparando las semanas venideras y si las aguas vuelven del todo a su cauce, pese a las lógicas diferencias en temas concretos.