Cada vez que oímos a un entrenador o a un futbolista decir eso de “Tenemos que ir partido a partido” nos da rabia no estar ahí para contestarles: “Claro, no vais a jugar los dos próximos partidos a la vez...”.

La frasecita que Simeone hizo suya (por pura comodidad, para no mojarse nunca ante la prensa con los objetivos a los que debe aspirar el Atlético) se ha llegado a llamar “La filosofía del Cholo” (Socrátes se estremecerá en su tumba), como si fuera cierto que la aplica, cuando eso es absolutamente imposible. Simeone sería un pésimo entrenador –y no lo es– si no mirara a largo plazo para fijar picos de forma; y rotar; y hacer debutar a canteranos; y sentar a sus figuras en partidos ya ganados o perdidos; y probar cosas nuevas...

Como el mayor de La fábula de los tres hermanos de Silvio Rodríguez, sería un tipo de corta visión, solo atento a lo que va a pisar y con el cuello siempre encorvado. Y, así, concluye la canción, no se llega muy lejos.