Marcha atrás

No soy experta, ni mucho menos, en el tema de la movilidad eléctrica (y no pasa nada por reconocerlo, aunque esté de moda tirarse el moco). Por eso llevo un tiempo leyendo a gente que sabe más de coches y de economía. Y llevan tiempo avisando de algo ante lo que parece que Bruselas se acaba de caer del caballo camino de Damasco: Que, pese a todo, el coche eléctrico no termina de despegar, pero por el camino nos estamos cargando el sector del automóvil y abriendo un panorama desolador. A la Comisión Europea no le ha quedado otra que abrir un plazo de consultas con los fabricantes. Esperemos que no sea demasiado tarde.

No, no “sólo hizo su trabajo”

Con la presunta agresión sexual de Iñigo Errejón a Elisa Mouliaá hemos caído en todo lo que no se debería en un caso así: realizar un juicio paralelo, maximizarlo todo, compartirlo todo en redes. Desde hace un tiempo tengo la sensación de que todo se sale de madre, y esto no iba a ser menos. La última vuelta de tuerca, el juez al que todos hemos escuchado ya con su interrogatorio “torrentiano” (ojo, con Mouliaá pero también con Errejón), que recuerda a aquella jueza que le preguntaba a una víctima de violación si había cerrado bien las piernas. Para Carretero, “sólo hizo su trabajo”, y por eso pedirá amparo al CGPJ.

Lo de EEUU

Escribe Guillem Martínez en Ctxt sobre la investidura de Donald Trump y todo lo que el flamante nuevo presidente estadounidense aprobó y tumbó a golpe de firma con rotu de los gordos. Se pregunta si no fue más una coronación, y razón en hacerse la pregunta no le falta, la verdad. Pero, pese al extenso desglose de artículos, el quiz de la cuestión está en el subtítulo: “Son empresarios-Estado, tratados como Estados por los Estados, que por fin hacen la política que soñaron, sin regulaciones de ninguna índole. Estas cosas, el abandono de todo contrato social, suelen acabar mal”.

Al pan, pan y al nazi, nazi

Como decía el dicho al que he aludido aquí en alguna ocasión, si parece un pato, camina como un pato y anda como un pato, probablemente sea un pato. En esta línea, cabe al menos hacerse la lógica pregunta de si alguien que hace un inequívoco saludo nazi (en realidad, dos) ante un auditorio a rebosar tiene un problema articular en el brazo o, efectivamente, está haciendo el saludo nazi. Lo del saludo romano ha quedado desmontadísimo, el padre ha dejado claro que parte de la familia simpatizaba con el nazismo y el apartheid y ahora la hija dice que llamemos al pan pan y al vino vino.

Ay, el subconsciente…

La frase anterior puede servir también para explicar el esperpéntico papelón que Carlos Mazón, presidente de la Comunidad Valenciana, lleva haciendo desde el día de la DANA. Por si sus tropecientos cambios de versión y su negativa a enseñar la factura del Ventorro no fueran suficientes, en Fitur ha querido ir de graciosillo…El resultado no les sorprenderá. “Una mentira, por muy bien contada, y yo sé de eso, solo acaba siendo una mentira antes o después”. Ojo que, a este paso, éste puede terminar haciendo bueno a Mariano Rajoy. De verdad, ¿no tienen asesores? ¿Ni vergüenza?