El resultado del vodevil organizado por el alcalde de Tudela, a costa de las aulas para realizar los exámenes de la DGT, ha puesto frente al espejo una realidad: a Toquero solo le importa él y su futuro político. Aún a costa de arrastrar a sus compañeros de partido, como ha intentado arrastrar a otros alcaldes riberos alejados de UPN, y para colmo, implicando irresponsablemente a las autoescuelas, con la firma de un manifiesto partidista.
Todo con el único objetivo de posicionarse a la cabeza de la política foral portando la eterna bandera de “Pamplona nos roba”, o como ahora es parte de la gestión del gobierno socialista la DGT, “la Dirección General es quien tiene que pagar”. Toquero ha dejado claro no tener fronteras, y si las tiene, cuales son las que no le va importar sobrepasar, eso sí, siempre con su excusa habitual, que lo hace en nombre de Tudela y su Ribera. No opino sobre lo que le importa Tudela, ahí están sus vecinos y vecinas para hacerlo, pero lo que sí es seguro, es que la Ribera no le ha importado nunca nada.
"A Toquero solo le importa él y su futuro político, aún a costa de arrastrar a sus compañeros de partido, todo con el único objetivo de posicionarse a la cabeza de la política foral portando la eterna bandera de 'Pamplona nos roba'”
Le cegó tanto su obsesión personal, que se le olvidó leer los correos que le llegaron de la DGT. Correos que han dejado en evidencia que nada de lo que decía era verdad. Tal vez lo peor, es que cuando los leyó, los ocultó, porque no se podía permitir que la realidad le chafara una jugada política atufada de su victimismo habitual.
Es comprensible el apoyo recibido por el alcalde de compañeros y compañeras de partido, si bien es verdad, que algunos se han visto arrastrados por la necesidad de una imagen de unidad, pero resulta ilógico un posicionamiento tan político en el colectivo de autoescuelas.
"Alcalde Toquero, que esto no es Madrid, ni tú eres Ayuso. Por eso de momento, en Navarra no todo vale"
Bajo mi criterio, a nivel personal cada propietario o propietaria de autoescuela podrá pensar lo que quiera sobre quién debe hacerse cargo del coste de adaptación y mantenimiento de las aulas, y cada cuatro años apoyar o castigar con su voto a quienes considere. Pero como colectivo de autoescuelas de la Ribera, poco les debe importar si paga los costes Tudela, la Mancomunidad, el Gobierno de Navarra o la DGT. Entiendo que su preocupación debe ser que se preste un servicio esencial y de calidad en la Ribera. Y esta cuestión, si no hubieran ocultado los correos de la DGT, desde el primer día habrían conocido que el servicio estaba garantizado.
Para rematar la jugada, el alcalde de Tudela, que no cesa de hacer política con cualquier cosa que cae en sus manos, acusa a la oposición de hacer política por cantarle las verdades del barquero. Alcalde, que esto no es Madrid, ni tú ere Ayuso. Por eso de momento, en Navarra no todo vale.