4.000 o 5.000 viviendas para desdoblar Sarriguren. ¿Quién da más? Vivienda para tod@s y en tod@s partes. El problema de accesibilidad de la vivienda está poniendo muy nerviosa a la clase política. Casi en modo precampaña. Este viernes la presidenta coincidiendo con unas jornadas sobre viviendas anunciaba 4.000 viviendas protegidas en Sarriguren.
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Lo hacía sin ningún dibujico en la mano y horas antes de que UPN –que ostenta la alcaldía de Egüés– ofreciera una rueda de prensa para plantear, precisamente entre Badostáin y la Ecociudad, un plan exprés para hacer 5.000 pisos, la mitad social. La ciudadanía se pierde y con razón.
El Ejecutivo admite que está trabajando en un plan supramunicipal para resolver el problema de la vivienda y que ahí está el colchón de Sarriguren. También el PSIS de Etxabakoitz, Donapea, etc. Desde la oposición regionalista Cristina Ibarrola y Xuriñe Peñas lanzan a su vez un órdago sabiendo de su minoría en el gobierno local y que no hay normas urbanísticas en el valle que les avale. Los anteriores planes llegaron a dibujar hasta 30.000 viviendas. Aquellos delirios –que por cierto llegaron de la mano de UPN– se tiraron a la papelera.
Hoy, el barrio de Sarriguren está terminando de hacerse, ha logrado un polideportivo a duras penas, les falta una Casa de Cultura y los accesos están a tope (el 2º nudo de Olaz costó lo suyo). Solo pensar que llegan 12.000 nuevos vecinos y ya tiemblan. Cierto que es un barrio compensado a nivel social pero también hay edificios que van camino de convertirse en guetos. Habrá que crecer con cabeza.