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Con la venia

Pablo Muñoz

De lo universal a lo particular

De lo universal a lo particularJavier Etxezarreta

Aunque sólo sea por higiene mental, es conveniente prescindir del comentario sobre la atmósfera tóxica que nos ha impuesto el histrión aspirante a dictador universal con su interrupta arancelíada. Tiempo habrá para analizar sus consecuencias en lo económico, lo político y lo social. Como la vida sigue, en nuestro entorno más próximo, no está de más echar un vistazo a nuestro particular ambiente político dejando lo universal para otras ocasiones que, sin duda, llegarán.

Como quien dice, aquí estrenamos curso. Ya ha cumplido sus días de gracia el nuevo lehendakari y los partidos que juegan en la máxima han celebrado sus congresos con mayores o menores convulsiones según se quiera interpretar. Nuevo curso político y algunas novedades sonadas, pero sin apenas ha variado el escenario: el intento de relevo en la hegemonía abertzale por parte de una EH Bildu ya reconvertida en puro Sortu, y la resistencia por mantenerla por parte del PNV, que sigue gobernando con el PSE aunque a la hora de competir apenas pinta.

Afortunadamente, esa rivalidad que, además significa ejercer el poder, se ejerce con relativa moderación, es decir, sin los elementos perturbadores de otros tiempos, Sin embargo, no nos vayamos a engañar, esa rivalidad se disputa a cara de perro. Es lógico que al PNV le benefician su larga historia, sus apoyos sociológicos y su ejercicio de gobierno. A EH Bildu, por su parte, le impulsa la ola del cambio y la relativa comodidad del ejercicio de oposición sin la máxima responsabilidad de gobernar el país, contando también con amplia experiencia en el gobierno municipal.

Decíamos enfrentamiento a cara de perro, y así se demuestra en el desacuerdo permanente del aspirante a cualquier iniciativa que provenga del titular. En esta nueva legislatura, EH Bildu no ha firmado un solo acuerdo trascendente con el Gobierno del PNV-PSE, con la excepción de los Presupuestos de Araba y ello para evitar que pudiera contarse con Podemos. EH Bildu sabe que cuenta con el evidente desgaste que el PNV ha evidenciado en los últimos tiempos y no ha escatimado esfuerzos para desestabilizar y desgastar el su máximo rival. Como ya se ensayó, con éxito, en la pasada legislatura, Sortu y las múltiples plataformas que controla, con la ayuda de los sindicatos ELA u LAB, ha vuelto a trasladar a las calles todas las reivindicaciones posibles traducidas en huelgas, manifestaciones y movilizaciones con el consiguiente desgaste del gobernante. La sanidad, la educación, la vivienda, la seguridad, las pensiones… Hay mucho terreno y suficientes deficiencias para movilizar la calle. Sortu reitera la necesidad de un cambio de modelo en este país, y sería bueno saber a qué modelo hay que cambiar.

EH Bildu ha sabido recuperar la solvencia en Madrid a base de modular su discurso, capacidad para acordar y puro ejercicio de democracia, hasta el punto de que ha dejado atrás el rechazo irracional con el que se le trataba en otros tiempos y su representación está homologada como partido democrático y sólo la derecha extrema y la extrema derecha mantienen las demonizaciones de antaño. Aquí, Sortu sigue estrechando el cerco c al adversario con muy distinto talante. Queda por ver con qué PNV se va a encontrar tras el nuevo ciclo iniciado por los jeltyzales.