Cuando declinó la estrella de Nadal, que llegó a los 22 triunfos en los Grand Slam, parecía que Novak Djokovic iba a disparar su récord, ya que ganó tres de los cuatro torneos en 2023 para llegar a los 24. Pero, para sorpresa de todos, quizás él mismo incluido, no pudo aumentar su cuenta en 2024 y tampoco este año en Australia. Como si de pronto le pesaran sus 37 años y sus 22 temporadas y pico en el profesionalismo.
El mejor tenista de la historia –al menos en cuanto a palmarés– no encuentra su juego, y tanto su entorno como él buscan las causas. Como es imposible pensar que se le ha olvidado jugar, apuntan a la baja forma física o, aún más delicado, a la falta de motivación, de hambre competitiva. Decía un exentrenador suyo que así como a otros tenistas hay que darles, sobre todo, tranquilidad, lo que más funciona con Nole es chincharle, porque picado es como mejor juega. Si sigue como en el último torneo, le van a tener que insultar.