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Las manos y los temblores

Las manos y los temblores

Ha llegado el día de hacer oficial lo que ya era oficioso: declaramos con solemnidad que renunciamos a entender cuándo una mano se debe castigar o no, porque estamos ya aburridos de ver manos tontas que son penalti y manos obvias que no se castigan. Y nos tememos que no somos los únicos. Entre la percepción inicial de los árbitros y la revisión del VAR han conseguido que todos los entrenadores se echen a temblar cuando se produce una mano, porque no saben qué decisión se va a tomar. Como si fuera una lotería. Oyes a los árbitros, y a sus jefes, y a los exárbitros que pululan por las radios, y les ves tan convencidos de lo que se debe pitar en cada mano concreta, pero luego se decide cualquier cosa. Puro azar. Y una única conclusión para todo futbolista: nada de estabilizarse con los brazos para no caerse; hay que jugar como las figuritas del futbolín o como baila la Comparsa de gigantes. Menudo fútbol se están inventando.