Hubo un buen rato, quizás una hora entera, en el que el Clásico pareció un partido de pretemporada, o un All Star de la NBA, esos duelos en los que está prohibido defender. Y no lo achacamos a falta de voluntad de los jugadores de disputar a fondo el título liguero sino al cansancio acumulado, al hartazgo físico y mental.
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Las temporadas se hacen eternas y llega un momento en el que se nota, sobre todo cuando se acaba tu recorrido en Europa y queda ya poca tela por cortar. Se le nota al Barça, al Real Madrid, al Atlético –aunque el sábado se saliera Sorloth–, a la Real Sociedad, al Athletic...
Y nos preguntamos: ¿con qué ánimo y con qué fuerzas van a hacer Madrid y Atleti una mini-pretemporada y a jugar un Mundial de Clubes del 14 de junio al 13 de julio? O, mejor dicho, ¿con qué jugadores? ¿Con ésos que están ya al límite, y que apenas un mes después tendrán que iniciar a tope una nueva temporada, o con los chavales del filial?