Cerdán complica a Chivite

Cinco meses después de que María Chivite no pudiera contener las lágrimas durante una comparecencia pública para valorar el primer informe de la UCO que incriminaba a Cerdán en una trama de corrupción, no hay pruebas concluyentes y ni siquiera indiciarias que impliquen al Gobierno de Navarra con estas prácticas ilegales.

Volvió a subrayarlo este miércoles la presidenta, que se vio en la obligación de desviarse del cometido que tiene en su viaje a China para afrontar este espinoso asunto. Es de dominio público que ambos tienen un pasado de estrecho entendimiento, lo que abre un amplio campo de cultivo para que la oposición exprese su convencimiento de que el ex secretario de Organización del PSOE se va a llevar por delante a Chivite.

No parece que vaya a materializarse el vaticinio de UPN y PP, al menos a corto plazo, pero sería de necios pensar que todo este jaleo es inocuo para la principal institución de la Comunidad Foral. Todo lo que se va conociendo del ya más que presunto proceder delincuenciario de Cerdán es inadmisible. A nadie extraña, por lo tanto, que incluso los socios internos del Gobierno –Geroa Bai y Contigo– y el externo –EH Bildu– trasladen su preocupación ante el devenir de los acontecimientos.