Pantalla plana
Pintxo pote pincha
ETB sigue buscando repuesto a 'Juego de cartas', ese programa tan hipnótico como magnífico en el que cuatro restaurantes competían visitándose unos a otros y degustando sus menús junto al cocinero y presentador Javi Sierra, que años después ha colonizado ETB4, convertido ya en un canal Cocina de repeticiones.
Tras el indescriptible 'Trío de ases' y el olvidable 'Todo el mundo a la mesa' esta temporada es 'Pintxo pote' el que intenta cubrir el hueco cambiando los menús por visitas de barra y las puntuaciones de espacio, cocina, menú, servicio y precio por un lío de palillos de colores (alguno para clavar en la espalda). Además, el tiempo para cuscusear los locales son ahora para que Sierra se haga el encontradizo con clientes habituales y familiares del dueño para rellenar el tiempo con unas charlas muy poco naturales y con tintes de propaganda.
El formato ha cambiado las rotundas afirmaciones de Javi Sierra y su tan carismática como elegante forma de plantarse ante la cámara por las mismas formas y maneras que usan el resto de presentadores de cualquier programa de televisión (¿le han mandado ahora a la misma escuela?). Descoloca ese cambio de registro, al pasar de ser ese presentador cordial pero distante (y hasta intimidatorio en sus valoraciones) a intentar mostrarse como uno más de la cuadrilla yendo de potes con cuatro desconocidos. Ya le habíamos visto en otro registro en 'Tupper Club', pero lo de ahora es algo totalmente distinto.
Tampoco ayuda al programa que ya no esté su mítica voz en off (a la que tantas veces ni mencionaban en los créditos), que servía de contraste y acentuaba los momentos clave. Además, esa voz femenina daba otro tono y evitaba, de paso, al presentador repetirse contando lo que ya sabemos a cuenta de la mecánica del programa.
Sorprende también que con mucho menos para comer, ver y valorar (son cuatro pintxos en barra y el pote ni se puntúa frente a cuatro menús sentados en la mesa de un restaurante tras entrar hasta la cocina), la cosa dure lo mismo en televisión: una hora más publicidad. Si cuatro menús del restaurante equivale a un largometraje, el pintxo pote, ya sin cocinas que inspeccionar ni tantas cosas que valorar, sería algo así como un corto y, sin embargo se alarga lo mismo, sobre todo por el relleno de las charlas de Sierra con los clientes, con los que demuestra, por la impaciencia de sacarles la frase que busca, que sabe de sus vidas casi tanto como ellos.
Pese a a todo, este nuevo 'Pintxo pote' de ETB 2 no es mal programa en su empeño de seguir la estela de 'Juego de cartas' (ahora en La Sexta con otro nombre y presentador) y sigue siendo igual de vistoso al mostrar sus localizaciones, aunque no tan resultón... ni sabroso.