No entiendo por qué veis informativos, siempre cuentan cosas negativas. Yo creo que hay programas mucho más interesantes. Comentario de nuestro hijo. En esa dimensión paralela que es el asiento trasero del coche charlaban él y un amigo hace unos días. El amigo le explicaba que después de morirnos existe un mundo en el que hay rocas. Le había lanzado a Chat GPT preguntas para concretar esa vida futurible y le había respondido que rocas, hay. Si hablamos de generar curiosidad, imbatible. Ni Trump, ni Gaza, ni la peste porcina africana tienen nada que hacer. Lo que ocurre versus lo que no se sabe. Más cuando las ventanas hacia lo que ocurre están llenas de drama.

También hay otros sucesos, los que en una medida hacen que el planeta no explote. Son los que se emplean para cerrar los informativos y mantener abierta la puerta de la confianza en la vida.

Un albañil británico que se embolsó 123 millones de euros hace seis años en el Euromillones –existe– ha hecho realidad un sueño. Podía haberse vuelto loco, comprarse tres deportivos y una mansión con piscina infinity –quizá también lo hizo– pero se le ocurrió otro plan. Compró un edificio de tres plantas y lo ha terminado de acondicionar como centro para adultos con discapacidades.

Un farmacéutico madrileño que se llama Fausto ha recibido ovaciones en el barrio de Hortaleza como si volviera de ganar él solo la Champions League. Quince años tras el mostrador de una farmacia que convirtió en sede social y consulta terapéutica gratuita han conseguido que todo el barrio se vuelque con él cuando ha decidido bajar la persiana del negocio.

Rodeadas de ruinas y cascotes, sobreponiéndose a una tragedia que nos avergüenza y que parece indestructible, 54 parejas se han casado en Gaza. Flores entre escombros. En una serie, la imagen improbable del triunfo del amor. En esta realidad, un grito de esperanza. La vida siempre empuja. Y esto también es lo que ocurre.