Entra en vigor este lunes la Zona de Bajas Emisiones de Pamplona, que engloba todo el Casco Antiguo de la ciudad, delimitado por la calle Taconera, calle Navas de Tolosa, paseo de Sarasate, calle Duque de Ahumada, calle Juan de Labrit, calle Vergel y calle Santo Domingo (Huertas de Santo Domingo). Los accesos estarán sujetos a clasificación medioambiental, de forma que podrán circular por ella vehículos con las etiquetas 0, Eco, B y C, además de los vehículos autorizados.
La información sobre los distintos tipos de distintivos puede consultarse en la sede electrónica de la Dirección General de Tráfico. Bien, a estas características se les añaden un montón más que explican las excepciones –quienes vivan en Casco Antiguo o Sarasate, por ejemplo–, las multas por incumplimiento –200 euros, 100 por pronto pago– y una notable cantidad de información que el ayuntamiento de Pamplona va a ofrecer a los contribuyentes vía folletos –unos 75.000–, web e imagino que alguna campaña en prensa amén de publicidad en soportes fijos y móviles.
No sé, la verdad, si esta clase de iniciativas llegan a la ciudadanía y si ésta se entera bien o solo te enteras cuando te llega la primera multa a casa. Sí que es cierto que ir trasladando la idea de que por ejemplo el Casco Antiguo es prácticamente una zona prohibida a casi cualquier tráfico es una enorme ventaja para sus habitantes, que ya tienen que soportar calles estrechas y multitud de otra clase de ruidos e inconvenientes, pero espero y deseo que el ayuntamiento ofrezca una primera fase de implantación que sea amable con los infractores y que no se convierta en una máquina de recaudar desde el día 1, de la misma manera que confío que las señales sean lo más claras posibles para locales y para quienes nos visitan, que no tienen por qué saber las características de cada calle ni saber analizar carteles extraños en apenas medio segundo.