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Un voto para la clase política

Últimamente, y por desgracia para nosotros, los sufridos ciudadanos, lo único que nos queda es el derecho al pataleo. Soy el propietario de la cafetería Costa Fría situada en la calle Olite nº 46. Partiendo de la base que sé que una vez finalizadas las obras el nuevo parking será beneficioso para todos, y sabiendo también que las obras son necesarias y tenemos que soportarlas, me gustaría puntualizar un par de cosas:

No hace falta ser ningún economista de prestigio para saber que las obras nos han perjudicado y nos perjudican a los que dependemos del público. Es muy difícil que alguien pase por una calle en obras.

El Ayuntamiento de Pamplona me giró el recibo por el uso de espacio público por la terraza. Pero como es bien sabido, ha sido imposible colocar una sola silla, no digamos una mesa. Por supuesto devolví el recibo. Tenía que haber sido un error. Pero nada más lejos de la realidad. Hace dos días me notificaron por la vía de apremio que mi deuda con el Ayuntamiento persistía y además se había incrementado.

Creo que no es dificíl comprender no ya mi indignación, que ya lo estoy, sino mi asombro ante tal hecho. No soy tan ingenuo como para esperar que algún representante del Ayuntamiento se hubiera puesto en contacto conmigo para hablar de posibles indemnizaciones o rebaja de impuestos para paliar en lo posible las consecuencias tan nefastas que tienen las obras. Pero lo que sí me esperaba es que no nos cobrase por servicios que no podemos utilizar. Tampoco creo que era esperar demasiado. Y puestos a esperar, también me hubiera gustado que algún representante de cualquier formación política se hubiera interesado por nosotros.

Dándole las gracias por permitirme mi derecho al pataleo, reciban un cordial saludo.