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Tauroética

"No es un libro a favor de los toros, ya hay muchos dedicados al tema, sino en contra de las argumentaciones moralistas de quienes quieren prohibirlos?" afirma su autor.

Tiene claro que ser antitaurino es algo más propio de una moda que de un razonamiento ético. Un juicio de valor que en boca de un profesor de filosofía como Fernando Savater no resulta nada aleccionador.

El libro fue concebido en el momento en el que se debatía la abolición de los toros en Cataluña y así se despachaba para la ocasión: "Lo escandaloso es que un parlamento quiera dictar la moral de sus ciudadanos, cuando su labor es fijar normas de convivencia para garantizar el ejercicio de las libertades individuales".

Desde mi visión, un juicio de intenciones, desviado de la principal motivación del Parlamento catalán (sin duda que tendrá otras además de la bioética), más dado a fijar normas de convivencia entre próximos, que obliguen a respetar la vida de unas criaturas y evitar el escarnio, sufrimiento y mofa que precede a la muerte en público de un toro, que a imponer una moral tauroética.