En Navarra podemos presumir de arquitectos bien competentes. También a caballo entre los siglos XI y XII destacó un arquitecto y escultor navarro, el Maestro Esteban, puede que de la categoría del Maestro Mateo, pero más conocido el Maestro Mateo por ser el escultor del Pórtico de la Gloria de la catedral compostelana. Además de maestros, a los escultores de esta categoría se les llama pontífices.

Conocemos la obra del Maestro Esteban, menos sus circunstancias personales. Se le llama "el navarro", "el vasco-navarro" o simplemente "el vasco". En esta época, aún Castilla no se había apoderado de lo que hoy llamamos Euskadi. Parece que fue hijo de Bernardo El Viejo y padre de Bernardo El Joven. Los tres con sus canteros forman una escuela que tiene conexiones con escuelas del Románico francés. Manuel Gómez Moreno, en su obra El Arte Románico Español, habla de esta saga familiar de arquitectos. De ellos, el más importante y prolífico fue Esteban. Hay una especie de denominador común en la arquitectura del Románico del Camino de Santiago y se ve el quehacer de esta escuela navarra de escultores.

A principios del XII hay una comunicación entre los obispos de Santiago (el famoso Gelmírez) y los de Navarra. El Maestro Esteban es arquitecto y escultor en Santiago y en la catedral románica de Pamplona. Los historiadores ven los problemas cronológicos que se tuvieron que solventar para el trabajo en ambas catedrales. Al Maestro Esteban se le llama también el escultor de la Puerta de Platerías (...).

El Maestro Esteban es un artista problemático, puede que por ello más interesante. Rafael Lema sostiene que la obra de la escuela de Esteban tiene influencias francesas, quizás también de cátaros que habrían pasado huyendo a Navarra y del Temple y de los masones. En las piedras están cinceladas leyendas, creencias herméticas, gnósticas y simbolismos numéricos. Nada es casual, en cada escultura hay una intencionalidad. Similitud, por ejemplo, del banquete de Mitra (muy anterior al cristianismo), con la Cena de Moraime y con la Cena muy posterior de Leonardo da Vinci. En el Románico de Finisterre realizado por Esteban y sus canteros navarros (arxinas) hay temas novedosos, poco frecuentes y a veces insólitos. Rafael Lema dice que aún se pueden sacar muchos secretos que están grabados en las piedras. Difícil plasmar en estas pocas líneas la importancia y peculiaridad del Maestro Esteban.