Pienso que alguien pueda leerte este mensaje: a los que hemos seguido tu trayectoria como torero durante tantos años nos ha sobrecogido la tremenda cornada que recibiste en la plaza de Zaragoza, de la que dada tu fortaleza tanto física como psíquica, y teniendo en cuenta que estás atendido por un gran equipo médico, estoy seguro que pronto te recuperarás, pues todavía recuerdo la tremenda cogida que sufriste en la plaza de toros de San Sebastián, creo que era agosto del año 2001, cuando un Vitorino te paseo por el ruedo cogido cerca de cuello, haciéndonos temer a todos lo peor y, sin embargo, antes de un mes estabas otra vez en los ruedos.
Después de verte en la Semana Grande de San Sebastián, donde, como siempre, te tocaba bailar con la más fea derrochando ese valor al enfrentarte con las ganaderías más duras con las que son pocos los toreros que se atreven, te vi también en la que cerró la feria última de Bilbao, formando terna con Diego Urdiales y Luis Bolívar, donde os tuvisteis que ver las caras a seis Vitorinos de los de antes de la guerra, y como siempre derrochaste un gran valor que en momentos nos enmudeció a toda la plaza. Fue una gran corrida para el recuerdo que costará olvidar a la afición de Bilbao.
Pasarás a la historia del toreo como uno de los más valientes y con más pundonor que ha dado la fiesta, y donde ya tienes reservado un lugar privilegiado entre los grandes. Tus propios compañeros admiraban tu valor, y algunos te conocían como el ciclón de Jerez. Hago votos para que tengas un rápido restablecimiento y disfrutes con los tuyos lo que tanta sangre, sudor y lágrimas te costó.