Y en especial con la valiente y responsable medida tomada por su gobierno respetando la soberanía de sus ciudadanos para consultarlos en un referéndum sobre las draconianas medidas económicas que les quiere imponer la UE, y que solo ellos pueden decidir en última instancia, ya que es a ellos a los que les van a afectar durante décadas; a ésta y a las próximas generaciones. Al contrario que han hecho en España ignorando la opinión de los ciudadanos y siguiendo las -orientaciones- u órdenes de la UE han modificado hasta la Constitución por decreto desde el Gobierno.

Mucho peor aún es la crítica que Rubalcaba ha hecho hoy de Papandreu por mostrar esa convicción democrática y popular, y que Rajoy y el PP sin ninguna duda también deben reprobar, como compartieron con el PSOE la decisión de reforma constitucional por la vía expeditiva.

Es evidente que actuaciones como la de los griegos ahora y la de los islandeses antes, hacen tambalear las estructuras económicas de la Unión Europea y que de forma especial afectan negativamente al resto de los PIGS y por tanto a España, pero ello no nos debe dar pie a negar los derechos democráticos de los griegos ni a inmiscuirnos en asuntos que solo son de su incumbencia. Y llegadas las cosas a este punto, pareciera que a lo mejor cuanto antes se termine esta partida de tramposos en la que arteramente nos han metido, quizás fuera lo más conveniente para los que estamos perdiendo hasta la camisa en la misma mientras otros especulan y se enriquecen sin medida a nuestra costa y sin que parezca que nunca llegue a ser suficiente.