Smithson Tennant
Se cumplen ahora 250 años del nacimiento de Smithson Tennant, el descubridor del Iridio y también del Osmio. Nacido en Yorkshire, quedó huérfano muy joven. Aunque estudió medicina, nunca la practicó, siendo la química su auténtica afición. Decidió poner el nombre de Iridio al nuevo producto encontrado, en recuerdo de la diosa Iris, personificación del arco iris; y lo hizo al observar los llamativos colores de sus sales. El Iridio es muy raro en la naturaleza, y su consumo anual es de apenas unas pocas toneladas. Recordemos cómo hasta hace muy poco tiempo la definición de metro estaba basada en la longitud de un lingote de Platino e Iridio (90% y 10%) guardado en la oficina de pesas y medidas cerca de París. Ahora el metro es la distancia recorrida por la luz en el vacío durante un intervalo de 1/299.792.458 de segundo.
El Iridio nos ha acompañado durante años, instalado en las estilográficas, en ciertas porcelanas (coloreado), en motores de automóvil, en ciertas radiografías, en generadores termoeléctricos en naves espaciales, y también nos ha ayudado en ciertos trabajos en la Oncología y en otras áreas médicas.
Tennant murió en 1815, cuando montaba a caballo sobre un puente en Boulogne-sur-Mer (Francia) y éste se derrumbó. Su madre había fallecido también montando a caballo cuando él era muy joven como hemos indicado.
Sean éstas líneas un modesto homenaje hacia él.