Con objeto de no dejar que usted en su carta de ayer haga creer a los lectores que en mi columna de la última página del día 27-11-2011 no se informa -que es lo que se desprende a chorros del arranque de su agradable réplica- "de manera fiel, veraz y adecuada a los consumidores", según usted quizá porque mi "amplia dedicación a distintos temas y asuntos no le permite conocer en profundidad todos los campos" permítame por una vez y por última abusar de este periódico para decirle que
1º) Tengo la sana costumbre de informarme antes de escribir.
2º) No tengo nada contra Irache.
3º) Todo lo que dice usted sobre las leyes, los usuarios, etcétera, es muy bonito y está muy bien, pero no era el motivo de mi columna.
4º) Dice usted al poco de empezar que "al Servicio de Consumo le corresponde". Vamos, usted, como ciudadano, decide qué le corresponde al Gobierno. Tiene usted un poder que para mí quisiera. Enhorabuena.
5º) Sus cuitas con el Servicio de Consumo son suyas. Vaya a los tribunales, pero no se gaste mi dinero en ello. Ni el de mi madre. Ni el de nadie. Gástese el suyo.
6º) Si tiene la valentía moral -hablo de usted como presidente de Irache, no como persona- de pedir que un servicio público sea malo, que es lo que se desprende a océanos de sus ruedas de prensa y sus anuncios de prensa, asuma que a otras personas nos pueda parecer indecente. Si quiere libertad plena, niéguese a recibir subvenciones. En el París 365 aceptarían de buen grado lo que a ustedes les toca.
7º) Haga el favor de no poner en duda la profesionalidad de nadie, como nadie pone en duda la suya.
8º) Trabajé cuatro años codo con codo y diariamente con el Servicio de Consumo del Gobierno de Navarra.
9º) Mis mejores deseos por la innegable buena labor que realizan.