Ofrecemos nuestra cooperación al Servicio Navarro de Salud (SNS) en su ímproba labor de reducir costes.

Somos usuarios preocupados por los drásticos recortes como los que en este momento están realizando nuestros responsables de sanidad. Puestos a ahorrar, ¿qué les parece si fuera así?:

7.00 h. La enfermera toma las constantes y muestras para la analítica si las hubiere, etcétera.

8.30-9.00 h. Llega el familiar, amigo o interesado con un carrito repartido en tres compartimentos: comida, ropa y limpieza cuya utilidad vamos a descubrir.

9.00 h. Desayuno: siguiendo la pauta médica sobre la dieta del paciente que nos han suministrado con anterioridad, preparamos la bandeja con el desayuno indicado que hemos traído de casa. Los familiares del compañero de habitación están haciendo lo mismo... Termina el desayuno y guardamos todo en el carrito.

9.30 h. Aseo e higiene personal: con los productos del neceser y nuestras toallas dejamos al familiar limpio como los chorros del oro.

10.00 h. Limpieza: nos disponemos a hacer la cama cambiando las sábanas sucias por otras limpias que hemos traído de casa en el carrito.

La armonía reina en la habitación, nos organizamos con los otros familiares y repartimos las tareas de limpieza de la estancia, a saber: "Te parece que yo pase la mopa y tú la fregona, o hago yo el baño y tú la habitación. Además, esta tarde va a venir la tía Paca, que tiene debilidad por limpiar los cristales". Quedamos de acuerdo y manos a la obra.

11.30 h. Espera: conversamos tranquilamente sobre las cosas de la vida, esperando la visita del facultativo.

12.00-13.00 h. El facultativo: llega por fin y aguardamos en el pasillo mientras reconoce a los ingresados. Nos comenta su estado y le pedimos que nos aclare la dieta a seguir, que cocinaremos en casa.

13.00 h. Comida: viene nuestro relevo con los taper, fiambreras, todo el servicio de mesa con la comida caliente hecha en casa, como ¡Dios manda!, siguiendo la indicación del facultativo.

Recogemos y vuelve a quedar la habitación en estado de revista.

Seguiríamos las mismas pautas con la merienda y la cena.

Hay muchos pacientes que no tienen quién les cuide, por lo que proponemos al comedor solidario París 365 para que velen por ellos con un catering gratuito. Para la limpieza de su ropa, habitación, aseo personal y apoyo emocional contaremos con el grupo de voluntarios que realizan su desinteresada labor en los hospitales. Todo queda en casa y, como en casa, en ninguna parte.

Creemos que medidas de este tipo aplicadas en el SNS y otros ámbitos de la Administración foral permitirían reducir los presupuestos, cumplir la normativa comunitaria y preservar celosamente los ingresos de los altos cargos.