Ni los más viejos de la localidad habíamos oído hablar jamás de la prima de riesgo, hasta hace poco tiempo, en que no cesan de hablarnos de ella, formando parte de las numerosas noticias que no hacen más que meternos miedo. De vez en cuando nos dan una noticia positiva, y hace que suba la bolsa, cuyo comportamiento semeja a un tobogán y los que más invierten en ella, más se embolsan. Seguimos haciendo obras faraónicas que no detallaré para no herir susceptibilidades, y con cierta frecuencia aparecen personajes de relieve donde se nos explican sus pecados, y que van siendo sustituidos por otros, pero lo curioso es que con el tiempo se van difuminando y aparecen otros nuevos, pero aquí nadie devuelve la pasta y, claro, así no hay economía que resista.

Nos anuncian nuevas subidas de impuestos, así como rescatar a otros que antes fueron anulados (...). Mientras escribo este comentario me entero que la prima de riesgo se desinfla a 350 puntos y que el Ibex duda aún cuando aquélla haya bajado a mínimos. Seguimos gastando a manos llenas, seguimos manteniendo en lo laboral puentes y hasta viaductos, como el que se disfrutará en la que ha venido a llamarse semana margarita por aquello que se trabaja lunes sí, martes no, miércoles sí, etcétera con motivo de la que se conoce como Inmaculada Constitución, es decir, seguimos siendo un desastre, por lo que no es de extrañar que la prima y demás parientes seguirán siendo un riesgo.