Al ver tanta injusticia y deshumanización de la mano del Gobierno de Yolanda Barcina y de la consejera de Asuntos Sociales Elena Torres ante el mundo de la discapacidad.

Como trabajadora familiar del Servicio de Atención a Domicilio, estoy viviendo de primera mano la impotencia y la rabia de todas estas personas dependientes y sus familiares por las injustas medidas adoptadas en el mundo de la dependencia, y en concreto en la incompatibilidad del Servicio de Atención a Domicilio (SAD) con los centros de día.

Bastante sufrimiento llevan como para encima quitarles lo poco que les proporciona seguridad, independencia y un poco de alegría a sus vidas. Ellas y ellos no quieren tener que elegir porque necesitan el SAD, pero también el centro de día.

¿Quién les va a levantar, asear, preparar y llevar al centro de día a las 9 de la mañana? ¿Los familiares? Mayoritariamente mujeres, que ya están destrozadas física y emocionalmente por el gran esfuerzo que supone el tener en casa una persona dependiente, ¿ellas lo van a tener que hacer?

Estos políticos de UPN y PSN (que representan a una parte de la sociedad navarra) han perdido el rumbo, están jugando con la salud física y emocional de todo este colectivo y de sus familiares. Ya no les importa la educación, ni la sanidad, ni el bienestar social de la sociedad navarra, y menos aún de las personas más vulnerables como son todo el colectivo del mundo de la discapacidad.

¿Hasta dónde vamos a llegar?

Yo me rebelo y no me voy a callar.

Mi apoyo incondicional a todas las personas dependientes y a sus familiares.