Estos días se ha deslizado en prensa que Osasuna pide ayudas económicas a las administraciones forales porque, al parecer, el club y su modelo, tal como se configuran actualmente, no son viables. Lo cierto es que desconozco en profundidad las cuentas de Osasuna, pero por lo poco que he podido leer, no es ni el primer, ni el segundo club con menos presupuesto de la Liga.
Contrasta esta petición de Osasuna, que pretende mantener un sistema de gasto insostenible, y, a todas luces innecesario, con demandas tales como las que llevan a Cormin (comité de representantes de personas con discapacidad de Navarra) a manifestarse por las calles de Pamplona el próximo sábado. Choca ver cómo un club de fútbol pide dinero público para seguir pagando sueldos astronómicos a futbolistas que, con todos los respetos, dan patadas a un trozo de cuero, y los políticos se sientan a hablar, y paralelamente las asociaciones que representan a los más de 50.000 navarros que padecemos una discapacidad, tenemos que salir a la calle para luchar por nuestros derechos, para recordar que somos ciudadanos de pleno derecho, para decir que nuestras asociaciones prestan servicios que no presta la Administración y realizan una función social que nos permite vivir con dignidad, nos da calidad de vida, y en muchos casos evita nuestra marginación y prescindencia. En los últimos meses el Gobierno foral nos ha recortado las prestaciones por dependencia de forma ilegal, ha reducido las ayudas a las asociaciones que nos prestan servicios y que en algunos casos nos dan trabajo... Además, la Administración foral se niega a cumplir con su obligación de desarrollar la Ley Foral 5/2010, de Igualdad de oportunidades y accesibilidad universal.
Por esto, me gustaría que Patxi Izco y nuestros gobernantes me dijeran dónde tienen la cabeza. Yo les invito, tanto a ellos como al resto de ciudadanos, a que el próximo sábado se pasen por la plaza de la Paz a las 12.00 horas y hablen con nosotros. Me comprometo personalmente a mostrarles nuestra realidad para que conozcan de primera mano problemas reales de personas reales, que presumiblemente ya conocen, y después si consideran que Osasuna o tantas otras cosas son tan prioritarias.
Ya va siendo hora de dejar las tonterías de lado y ser serios.