Alternativas a la incineradora
Cuando Larraitz Ugarte dice: "Celebro que el sentido común gane a la incineradora en Navarra", descuida que no hay razón para echar campanas al vuelo, pues la incineración de residuos en cementeras se multiplicará en Sakana y se practica hace años en Gipuzkoa.
Navarra ha apostado por incinerar en masa en vez de por una recogida selectiva eficiente que minimice la fracción rechazo hasta límites que haga innecesaria una insostenible macroincineradora.
La incineración se ideó como servicio comunitario para reducir el volumen de basuras y valorizar solo para autoabastecer de agua caliente y electricidad la planta. Valorizar para consumo ajeno exige macroinstalaciones centralizadas que provocan turismo de ingentes cantidades de basura y gas para abastecimiento del horno, reduciendo el balance energético hasta hacerlas gravosas e incompatibles con el reciclado (la Ley obliga incinerar de 25 a 45% del plástico del contenedor amarillo), el ahorro energético... y la crisis.
Señor Alduntzin, aunque la fracción rechazo de laboratorio es 7%, zero zabor no pasa de ser una tendencia Es inaceptable que el 80% de materia orgánica se lleve a vertederos; como medida disuasoria se impone penalizarlo para primar a quienes lo evitan a un mayor costo económico? y político. En Alemania, Hungría y Suiza, reactores modulares de combustión externa (destilación) valorizan energética y materialmente, logrando como residuo único un combustible sólido (CSR) de alto rendimiento? ideal para cementeras.