Cuando solo se oye hablar de recortes, paro y demás penurias, me enorgullece poder leer cómo personas, que dedican parte de su tiempo libre a estar con personas con discapacidad intelectual, luchan y se manifiestan por lo que les parece injusto. Me refiero al voluntariado de Anfas.

Como madre de un niño que utiliza los servicios de dicha asociación, quiero dar las gracias a estas personas, la mayoría jóvenes, que pudiendo en su tiempo libre hacer infinidad de cosas, lo dediquen a estar con personas como mi hijo de 12 años, que recibe el cariño, la ternura que estos le dan y se ocupan de él como si fuera su propio hermano. Y todo sin recibir contraprestación económica. Nos quejamos de que la juventud no tiene motivaciones, de que solo sabe divertirse, hacer botellones, y no es así, ya que muchas de estas personas empiezan jovencísimos a colaborar y año tras año, les sigues viendo con las mismas ilusiones y transmitiendo a nuestros hijos ese apoyo, cariño y alegría que nos llena el corazón al verlo. Es por ello que me enorgullezco ver cómo cuando creemos que se está cometiendo una gran injusticia recortando presupuestos que afectan a los servicios a los que asisten nuestros hijos, vemos que hay personas como el voluntariado de Anfas que está a nuestro lado apoyándonos.

Muchísimas gracias a todas las personas que lleváis años dedicándoos en Anfas a mejorar la vida de nuestros familiares. Jamás podré agradecer lo que significáis para nosotros y sobre todo para nuestros hijos.