Vivir solo o sola ya no es una excepción en Navarra, sino lo más habitual. La Comunidad Foral cuenta con 78.916 hogares unipersonales, lo que supone el 28,7 % del total de hogares —274.900 según el Instituto de Estadística de Navarra (Nastat)—, situándola entre las once comunidades donde residir en soledad se ha convertido en la forma de vida más habitual.
Las causas son múltiples y bien documentadas: el envejecimiento poblacional (más personas que envejecen y viven solas), el retraso en la formación de parejas y en la maternidad, el aumento de separaciones/divorcios, la mayor autonomía económica y social de mujeres y hombres, y cambios en las preferencias de convivencia; además, factores estructurales como la precariedad laboral y las dinámicas del mercado de la vivienda influyen en los ritmos de emancipación y permanencia en hogares familiares. Estas determinantes aparecen en los informes metodológicos y estudios demográficos que sustentan las proyecciones del INE y análisis sociológicos estatales y europeos.
Las consecuencias prácticas son claras: demanda de viviendas más pequeñas y accesibles, adaptación de servicios y políticas de protección social para personas que viven solas (especialmente mayores), y necesidad de políticas de vivienda y de convivencia que respondan a hogares más fragmentados. A nivel europeo, Eurostat también documenta el crecimiento de los hogares unipersonales como parte de una tendencia generalizada en la UE.
Radiografía de los hogares en España
De los 19 millones de hogares que hay en España, el 29 por ciento están integrados por dos personas, los más numerosos desde inicios del siglo, aunque los últimos datos muestran un claro aumento de los unipersonales, que ya son el 28 por ciento.
Según la última Estadística Continua de Población (ECP) del Instituto Nacional de Estadística, cerrados a 1 de julio de 2025, en España hay 5.671.919 viviendas en las que residen dos miembros, seguidas de los 5.541.399 hogares de una persona.
La radiografía de los hogares en España muestra cómo esa mayoría de dos miembros puede deberse a "la salida de los hijos de una vivienda familiar" o a procesos sociodemográficos como "la infecundidad voluntaria", es decir, parejas que deciden no tener hijos, según explica a EFE la doctora en Sociología por la Universidad de Alicante, María José Rodríguez.
Además, "no todas las personas que residen en un mismo hogar son una familia", aclara la experta.
Los hogares de cuatro o más convivientes (23 %) van terceros en la clasificación con 4.483.729 residencias; una cifra que les sitúa por delante de los 3.899.052 domicilios de tres personas (20 %), que ocupan el último puesto de este perfil, clasificado según la frecuencia de los tipos de hogar en España.
Unipersonales, cada vez más frecuentes
Aunque las residencias de dos personas siguen siendo mayoría, los datos analizados por EFE revelan que la distancia entre el primer y segundo puesto se ha acortado en los últimos años, sumándose 1.006.299 hogares unipersonales nuevos desde 2014.
Históricamente, este ascenso era consecuencia del envejecimiento de la población y la mayor longevidad de las mujeres.
"Actualmente se suman otros procesos no demográficos, como los culturales", afirma Rodríguez, que cita, entre otros, "la soltería por elección", parejas que no cohabitan en el mismo domicilio -los LAT (Living Apart Together)- o las personas divorciadas.
Diferencias por comunidades
En once comunidades autónomas vivir solo es lo más frecuente: Aragón (con 173.213 viviendas de ese tipo), Asturias (156.508), Canarias (236.840), Cantabria, (76.700), Castilla y León (376.513), Castilla-La Mancha (244.532), Extremadura (140.816), Galicia (351.111), Navarra (78.916), País Vasco (300.150) y La Rioja (44.619).
En cambio, en Andalucía (968.247), Islas Baleares (127.671), Cataluña (945.861), Comunidad Valenciana (643.300) y Comunidad de Madrid (783.916) el modelo mayoritario es el de dos personas.
En ninguna comunidad autónoma predomina el formato de tres miembros, siendo el tipo de hogar más atípico de la serie.
Sobre esta cuestión, la socióloga Sandra F. Corbella sostiene que las residencias de tres miembros son en su mayoría estructuras familiares que cambian con el tiempo "como parejas con un solo hijo a la espera de tener más".
En el caso de Murcia, Ceuta y Melilla, predominan los hogares de cuatro o más personas, con un total de 170.201, 9.755 y 10.587 viviendas de este tipo, respectivamente. No responde a una causa única, argumenta la experta, sino a diversos factores como la religión o las diferentes pautas de fecundidad -superiores en las familias inmigrantes-.
Además, "en estos tres lugares la población es más joven que la media nacional por lo que es más habitual encontrar familias con hijos y, en consecuencia, un tamaño medio del hogar mayor", añade.
Predicciones del INE
La proyección de los hogares publicada por el INE en relación con los datos de 2024 refleja que la media va a decrecer en las próximas décadas.
Si ahora el tamaño medio de los hogares en España es de 2,5 miembros, se prevé que para 2039 esta cifra descienda hasta 2,32.