Lo que estamos viviendo en España no es una simple crisis, es un golpe de Estado en toda regla de los poderes económicos mundiales contra las democracias. Primero han probado con Grecia, imponiendo un gobierno no elegido democráticamente y, como les ha salido bien, ahora van a por otros países como Italia, España, Portugal o Irlanda.

Nos han quitado nuestro dinero para dárselo a los bancos y grandes empresas. Nos han subido el IVA y el IRPF (y más que los subirán), nos recortan los ingresos, saquean el país a su antojo.

Después nos recortan los derechos laborales, dejándonos en situación tercermundista y predemocrática.

Nos recortan los derechos sanitarios, educativos y sociales pensando en una no muy lejana privatización de todos ellos, mientras los únicos funcionarios que aumentan de plantilla son los cuerpos policiales, en vista a futuras represiones contra las protestas que han de surgir.

Después nos recortarán el derecho a la huelga, a la manifestación, a la reunión y a la protesta, amparándose en la protección de la democracia que se están cargando.

La mayoría de los medios de comunicación los tienen controlados, así que censurarán y controlarán Internet y otros medios modernos de comunicación entre personas porque no pueden permitir que lo único que les queda por controlar, que es la iniciativa privada, les cree problemas.

Esto lo hacen los especuladores mundiales amparados en los mamporreros que tienen en cada país, que no son otros que los políticos de los grandes partidos.

¿Pensáis que no tenemos motivos para una huelga general? Motivos hay hasta para una revolución ciudadana.

¿Qué sociedad vamos a dejar a nuestros hijos? ¿No nos da vergüenza?

En estos momentos no hay que pensar si la huelga se gana o se pierde, o si será efectiva o no, lo que hay es que posicionarse, y en el futuro poder decir: yo hice lo que pude para parar el ataque de los especuladores contra la clase trabajadora, luché e hice lo que pude contra ellos. Ahora la pregunta es: ¿estoy con los especuladores o contra ellos?