Que vivimos tiempos duros desde el estallido de la crisis es una realidad innegable, tanto como que las actuales reticencias de los inversores a comprar deuda española están motivadas no solo por la falta de crecimiento de nuestra economía, sino también al incumplimiento de los compromisos de déficit adquiridos el año pasado ante la Comisión Europea. Es por esto que los ciudadanos están preocupados y se quejan de cualquier uso indebido del dinero público, sin importar cuál sea el partido o coalición de turno que les gobierne. El último caso en salir a la palestra esta misma semana ha sido la reciente firma de colaboración entre la Consejería de Educación de la Junta de Andalucía y la CEAA para implantar la asignatura de religión evangélica para los alumnos que así lo deseen a partir del curso 2012-2013.

Algo que puede tener cierta lógica para determinada gente dado que los criterios de multiculturalismo están muy de moda, pero que no se sostienen si atendemos al uso de la fría lógica, en una autonomía donde la implantación de dicha religión no llega siquiera a un 1% de la población, y que además el déficit del año pasado del Gobierno andaluz superó la barrera del 3% (sumada a las pérdidas de la Administración central), que con toda seguridad conducirán a nuevos recortes en sanidad, educación, servicios sociales?

Por lo que si quieren no generar ningún tipo de discriminación religiosa con las personas venidas del Magreb, Europa del este o que procesan una fe minoritaria, podrían sustituir la actual asignatura de Religión por una de historia de las religiones que diera especial énfasis al catolicismo como creencia mayoritaria, como ya se viene haciendo con esta asignatura, y hacer que la contratación dichos profesionales pase a realizarse mediante oposición. (...)