Cuando he hablado de Shamballa y del templo mental me he estado refiriendo a dos enfoques culturales diferentes que corresponden a la misma realidad. La vibración de aquellos seres que psíquicamente tienen un poder sobrenatural en relación a nosotros. No están aquí para disfrutar de una vida de placer, sino para regular los rasgos generales de una humanidad que dispone de un grado importante de libre albedrío, pero sujeta a unas leyes universales. En las grandes etapas de cambio la actividad psíquica de estos seres se multiplica. Todos vamos desarrollando el canal psíquico de una manera lenta y progresiva a lo largo de nuestra evolución sujeta al proceso de vidas sucesivas. Este despertar se da de manera individual y colectiva. Está relacionado con la actividad del sistema nervioso, la inteligencia, las emociones, las glándulas endocrinas y también con lo que se llaman meridianos y chacras.

Los meridianos son parecidos al sistema circulatorio y al sistema nervioso, pero en un plano intermedio entre lo físico y lo no físico. Y los chacras son centros giratorios de fuerza psíquica que se corresponden con puntos determinados del cuerpo físico. Cada uno por separado movilizamos muy poca energía psíquica y casi no se percibe, pero el conjunto de la humanidad moviliza cantidades de energía vibratoria psíquica importantes. Vibración de miedo, de paz, de afecto, ternura y comprensión, de odio, rabia, tristeza y alegría. Pero hay otro tipo de vibración muy refinada y efectiva, la relacionada con la ambición desmedida de poder, que va más allá de todo el uso de la conciencia sobre el bien y el mal. Este tipo de vibración está humillando a las personas más corrientes por un conjunto de seres que quieren dejar de lado al poder consciente del universo. Sin embargo, los que yo llamo maestros tienen el poder psíquico completamente desarrollado y no permiten que las personas de ética malvada puedan acceder a ese grado de conocimiento, por mucho que lo intenten. Por lo tanto, estos seres de capacidad sobrehumana regulan, desde el plano psíquico, los ajustes necesarios en cada época de la evolución humana. ¿Quién les podría obligar a darse a conocer?