Buena decisión de Barcina, despedir a los trabajadores funcionarios sobrantes, claro que se refiere a los temporales, es decir los que trabajan de verdad y tienen buen rendimiento. Lástima sea una vez más injusta la medida. Debería empezar los despidos por los enchufados que no han dado un palo al agua, han vivido muy bien y se han aprovechado de todos los privilegios.