La consejera de Juventud, Begoña Alfaro, expuso ayer en una comparecencia parlamentaria los resultados del informe de Juventud y relaciones afectivo-sexuales Navarra 2025, presentado en rueda de prensa hace semanas, que revela que el 92,3% de los jóvenes declara haber recibido educación sexo-afectiva a lo largo de su vida, pero el 52,5% la considera insuficiente y el 56,8% incompleta. La consejera aseguró que “la juventud navarra quiere y reclama educación sexual integral” y advirtió de que no aportar “valores feministas, diversos e igualitarios” dejará esta tarea educativa a “la pornografía, el silencio familiar o los estereotipos de género”.

El director gerente del Instituto Navarro de la Juventud, Txema Burgaleta, incidió en que las mujeres son más críticas con esta insuficiente educación, y que las fuentes más consultadas para aprender sobre la materia son las amistades (55,8%), la familia (41,2%) e internet (34,5%), con solo el 15,1% al profesorado. También alertó de que el 54,4% de las personas jóvenes de Navarra afirma haber experimentado algún tipo de abuso o violencia sexual a lo largo de su vida, un punto sobre el consentimiento que abogó por “garantizar desde la protección institucional, la prevención y la justicia feminista”. Y por ello, pidió una “reflexión”, al indicar los datos que la educación sexual no está llegando por canales institucionales, sino por redes informales, en las que echan en falta modelos sanos y con la “escuela” de la pornografía como peligrosa porque enseña prácticas nada respetuosas y, desde luego, no igualitarias, violentas y profundamente patriarcales.

El 60% de los jóvenes ha consumido pornografía

Así, el 60% de la juventud ha accedido a pornografía, y el primer acceso es a los 14,4 años de media, lo que hace que se enfrenten a su primera relación sexual con estos conocimientos. Además, el 58,8% de las personas encuestadas siente presión por replicar lo que ve en la pornografía, a pesar de que el 65,5% afirma que la representación de la mujer en estos contenidos es vejatoria. Con todo ello, la consejera ponderó la importancia de hablar de relaciones sexo-afectivas porque “supone hablar de salud pública, de igualdad, de educación, de derechos y de libertad. Y supone, también, trabajar por cuidar todas estas cuestiones, con el fin último de generar relaciones respetuosas, corresponsables e igualitarias”. También sacó conclusiones de los datos del estudio, las de que “la juventud navarra quiere y reclama educación sexual integral. Quiere herramientas para construir vínculos sanos y relaciones igualitarias. Quiere protección frente a la violencia sexual. Y quiere comprender su identidad y su deseo con libertad, sin juicios ni estigmas”.

La educación no está a la altura

Y también, alertó, “nos dice algo que debemos asumir con humildad institucional: la educación que está recibiendo, aunque llega al 92,3% de la población joven, no está a la altura”, por lo que abogó por una “visión integral, feminista, diversa y transformadora”. En esa línea, expuso medidas que su Gobierno ha desplegado en este ámbito, como la creación de un grupo interdepartamental que trabaja las relaciones afectivo sexuales, la promoción de talleres en institutos y de cursos para jóvenes, o los recursos de la red pública especializados en violencia contra las mujeres. Además, el INAI ha elaborado materiales de sensibilización e información con los recursos disponibles para la juventud en torno a las relaciones sexuales, y otras campañas.