Siendo aprendices de la vida, adolescentes, ya conocemos gran parte de la historia gracias a los libros. Las historias recitadas oralmente varían su contenido de forma continua, de ahí la importancia de los libros. No obstante, mi generación no lo ve igual que yo, sino que adopta una postura de desprecio e infravaloración hacia estos. Los avances tecnológicos no siempre son buenos, ya lo dijo Einstein: "El mundo tendrá una generación de idiotas el día que nos controle la tecnología." Pues este día ha llegado, hemos confundido totalmente el uso correcto de la tecnología con la idiotez tecnológica, la cual nos hace dependientes de algunos productos, dejando de lado los objetos de verdadero valor.

Finalmente, me ciño en lo que a mi respecta es el problema clave. La influencia del Estado, en mi opinión, es enorme. Este no incentiva a los jóvenes a leer, y los que ya por natura lo hacemos tenemos que pagar precios inauditos. Uniéndose a esto la prohibición de algunos libros de contenido no apropiado para el país en la situación en la que está sumergido. Para concluir, yo, como joven, tengo más facilidad y más recursos para conseguir un estado de ánimo alterado por estupefacientes (alcohol) que para adquirir un libro y que este no me valga un ojo de la cara.

Triste, pero cierto.