Este curso te jubilas, Fermín, como profesor de Ciencias Naturales del IES Eunate en el barrio pamplonés de la Txantrea. Casi sin enterarnos ha llegado esa hora de decir adiós a una tarea que en ti ha sido verdadera vocación y competencia profesional. Creo recoger el sentir de todo el claustro, del alumnado, de padres y madres y del personal de servicios y administración del instituto para expresarte, mediante estas líneas, nuestro más sincero reconocimiento público por tu labor docente durante tantos años.

Entre tus muchas virtudes, además de las propias del buen educador que ama su profesión y a sus alumnos/as, quisiera detenerme en subrayar un par de aspectos de tu modo de ser que, quien te ha tratado en el día a día de esta tarea tan difícil como apasionante de enseñar, ha podido apreciar inmediatamente y que en ti sobresalen de modo particular: por un lado, el buen humor, sin altibajos, y por otro, la generosidad con todo el mundo, ambas cualidades que proceden de tu bonhomía. ¡Eres, sencillamente, un buen tipo!

En efecto, no te has limitado a cumplir con tus clases de Biología transmitiendo, como maestro con mayúsculas que eres, un amor sin límites a la vida en cualquiera de sus manifestaciones, animal o vegetal, sino que has dejado huella por tu carácter amable y positivo, siempre con un chiste o un comentario jocoso que nos ha hecho más llevadero el trabajo y la vida. A mí te dirigías como “jakinzale” (amante de la sabiduría o sabio) por aquello de la filosofía, pero sinceramente pienso que tú has sido el auténtico jakinzale del Eunate por enseñarnos que lo importante de la existencia son esos pequeños momentos cotidianos de hacer la vida más agradable a quien tienes delante. Así, en esos encuentros por los pasillos, en los descansos o reuniones y por supuesto en las fiestas, no han faltado tu sonrisa, tu cariño, tu cercanía. De ti no ha salido nunca una palabra injuriosa, de desprecio o queja por nadie sino que has tratado de comprender y tolerar a todo el mundo.

Desde luego, el curso próximo sin ti no será lo mismo (y no pienses que es por lo de las fotos del instituto o por tu ayuda en ciertos problemas tecnológicos, eso lo puede hacer otra persona pero no lo harás tú, Fermín). Bien sabes que eres muy querido por las varias promociones de estudiantes que se han graduado aquí y me consta que también de todas nosotras y nosotros tus compañeros/as, sin excepción. Vamos a echarte de menos por el buen rollo que has dejado allá por donde has pasado: has estado ahí, siempre disponible y para cada cual con la palabra o el gesto adecuados. Zorionak, Fermín! ¡No cambies nunca y disfruta a partir de ahora de tu merecido retiro que, más si cabe, seguirá lleno de vida, buen humor y sabiduría!

Agur, gero arte Fermin, guztioi asko irakatsi diguzu! Bihotzetik eskerrik asko, maisu eta lagun!