Más vale tarde que nunca y, a pesar de que tal vez esta carta carezca del interés general que se supone debe tener una carta al director, la escribimos y se la enviamos.
Nuestro padre Carlos murió hace 46 años y durante toda su vida estuvo al frente de una de las zapaterías más emblemáticas de Pamplona: Calzados Goñi de la calle Zapatería. Hace unos años un periódico local publicó una serie de artículos sobre las empresas centenarias de Pamplona. En uno de ellos (Calzados Goñi), se hablaba de su historia. Sorprendidas y entristecidas, comprobamos cómo, increíblemente, nuestro padre nunca había existido. No se hacía ninguna referencia a él y, aunque entendimos que no era culpa del articulista sino de la persona que le informaba, nuestra tristeza no fue menor. Esa omisión imperdonable se habría quedado en un enorme disgusto que el tiempo habría ido diluyendo, pero hace poco encontramos en una biblioteca pública un libro editado por la Cámara de Comercio (Claves del éxito empresarial: 34 empresas centenarias de Navarra) con la recopilación de todos esos artículos y pensamos que cuando historiadores del futuro lo consultasen para conocer mejor la Pamplona de antaño, la no existencia de nuestro padre se perpetuaría. Y eso no podía ser. Nuestro padre existió y desde su apertura en 1939 hasta su muerte, es decir, durante 30 años, estuvo al frente de la mencionada zapatería.
Cuando la prensa local mostró aquel artículo con premeditadas omisiones, pensamos escribir una carta al director; nunca lo hicimos, pero ahora, después de encontrar el libro al que nos referíamos, la escribimos. Nuestro padre existió, estuvo al frente de Calzados Goñi de la calle Zapatería durante toda su vida y, tras su muerte, por diversos problemas, se pretendió borrarlo de la historia. Pero ésta pone, con el tiempo, todo en su sitio.