Hace varios fines de semana se publicaba un reportaje de investigación analizando la relación entre oferta y demanda que causó que las hortalizas subiesen, hasta un 132% en algunos casos, a principios de este mismo año. No obstante esto solo es una pequeña pincelada dentro del cuadro de corrupción oligárquica que nuestro país esta comenzando a pintar.

A principios de este mismo año el salario mínimo subió un 8%, gesto que aunque individualmente parezca acertado, deja rápidamente de parecerlo en cuanto lo comparamos con la subida del 46% que sufrió la factura de la luz, la de hasta 132% de las berenjenas, 60% del calabacín, etcétera. Parece que la subida del salario mínimo también supuso la subida de todo lo demás, excepto si hablamos sobre los presupuestos de Sanidad y Educación, los cuales no han dejado de bajar, haciendo que los pacientes ya no mueran en quirógrafos sino en listas de espera.

Y esta es la verdadera Marca España, un país plagado de chorizos donde las berenjenas se pagan a precio de filete.