El castejonero Mikel Arrondo Belloso, de 24 años y estudiante de Laboratorio Técnico, se encontraba vigilando la piscina climatizada del polideportivo de Castejón el pasado lunes, cuando surgió una emergencia vital que le exigió dar lo mejor de sí mismo y poner en práctica todos sus conocimiento de primeros auxilios. “Estoy muy contento, porque entre todos le pudimos salvar la vida”.

El joven se refiere a lo ocurrido el pasado lunes, cuando pasadas las 19.10 horas un usuario que había estado jugando a pádel cayó inconsciente en la calle, en el acceso a las piscinas municipales. “Me gritaron desde el pasillo que había un hombre tendido en el suelo. Salí corriendo y me encontré a varias personas con él, entre ellas una policía municipal fuera de servicio, Estíbaliz Garrido. El hombre tenía una brecha en la cabeza y estaba inconsciente. Tenía una respiración débil, pero poco después dejó de respirar y empezó a ponerse morado”, relata el joven, que está en su segundo año de experiencia como socorrista.

Desfibrilador

Mikel explica que “justo en la puerta de las piscinas hay un desfibrilador, a unos 15 metros, así que pedí que me lo trajesen y le puse los parches del desfibrilador al hombre, mientras empezaba a hacerle la reanimación cardiopulmonar (RCP). La policía municipal llamó al 112 y enseguida vinieron agentes de la Policía Local”, comenta.

“A los dos minutos de iniciar las maniobras de reanimación, el desfibrilador hizo la primera descarga. Seguimos haciéndole la RCP y dos minutos después, el desfibrilador hizo la siguiente descarga. En ese momento, el hombre recuperó la respiración”, recuerda Mikel, que añade que “en ese momento lo pusimos en posición lateral o de seguridad”, a la espera de la llegada de la ambulancia.

Trasladado en helicóptero

A pesar de haber recuperado la respiración, el hombre “seguía inconsciente en posición lateral y dos enfermeras fuera de servicio vinieron y le pusieron un pulsómetro en el dedo para medirle el pulso y el oxígeno en sangre. A los diez minutos llegó la ambulancia, lo estabilizaron y se lo llevaron. Seguía inconsciente”. Fue trasladado al Hospital Universitario de Navarra (HUN) en un helicóptero medicalizado, en cuyas operaciones de aterrizaje y despegue colaboraron agentes de la Guardia Civil

“Me han comentado que el hombre está en la UCI”, indica Mikel, que agrega que “nunca antes me había tocado una situación de emergencia vital como esta, pero justamente hace dos semanas me tocó hacer un curso de reciclaje sobre el uso del desfibrilador, así que todo ayudó, porque sin el desfibrilador no sé qué hubiera pasado. Estoy orgulloso, sobre todo por la gente que estaba alrededor ayudando. Tuvimos una buena coordinación entre todos y entre todos le hemos podido salvar la vida”, concluye.