El accidente del camión que mató a un elefante e hirió a otros dos es solamente el más reciente de los motivos para exigir el final del uso y abuso de estos y otros animales silvestres en los circos. Los elefantes han sido utilizados como gatos vivientes de automóviles, encadenados por sus cuatro patas y golpeados con bullhooks, causándoles un gran tormento físico y psicológico.

Hay tigres que han quedado sin agua mientras sus cuidadores dormían cerca, y el verano pasado un tigre hembra recibió un disparo después de escapar durante una parada de descanso. Ha habido trenes de circo que se han estrellado y los animales han quedado atrapados dentro de remolques volcados. Los animales en los circos están enjaulados y encadenados la mayor parte de sus vidas y son obligados a realizar trucos bajo amenaza de castigo, por lo que la única forma de garantizar su seguridad es poner fin por completo a su uso en las actuaciones.

Las personas compasivas que creen que ningún animal debe sufrir en nombre del entretenimiento deben dar a conocer su indignación negándose a asistir a estos espectáculos crueles.