Cegado por mi impulso personal el sábado 26 de enero salió una carta mía hablando contra el grupo Vida Universal e implicando negativamente a un hermano mío, Ignacio. Ignacio habló el domingo conmigo y me dijo que soy un mal hermano, que no me merezco ser su hermano porque he realizado un escarnio público contra él y contra la organización Vida Universal.

He reflexionado y veo que tiene razón. Me he pasado un millón de pueblos. Pido disculpas a Ignacio y a Vida Universal y prometo que en el futuro nunca más actuaré de una forma parecida. El mal hecho no se puede deshacer pero pido que se olvide este acto incorrecto mío. Cambiaré de actitud.

Perdón y gracias.