La gala de la entrega de los Goya a los mejores del cine español ha terminado con un broche de oro, el Goya a la mejor película a la formidable Campeones.

Silvia Abril y Andreu Buenafuente han sabido dar un tono de humor constante a la ceremonia, después de superar los primeros minutos de nervios. La pareja de cómicos está tan compenetrada que todo lo que hacen y dicen resulta tan natural que parece que hayan improvisado su presentación de una ceremonia que resultó más brillante y entretenida que nunca.

Ha habido muchos pasajes para el recuerdo pero sería injusto no mencionarlos a todos. Si acaso el emotivo y espontáneo aplauso de todos los asistentes a la gala, en reconocimiento a Narciso Ibáñez Serrador, que ha visto la ceremonia desde su casa por su delicado estado de salud, después de emitirse un vídeo-homenaje de la entrega del Goya de honor que recibió el 14 de enero de manos del presidente de la Academia de Cine, Mariano Barroso.

Hay que felicitar a todos los premiados, en particular, muy especialmente, a la formidable pareja de cómicos, Silvia y Andreu, que han bordado tanto su papel que cualquiera diría que fueran pareja en la vida real. Y si lo fueran, como lo son, difícilmente podrían estar tan compenetrados como estuvieron en la gala. Gracias Silvia y gracias Andreu, por hacernos reír y disfrutar a toda la familia, como en los viejos tiempos.