¿quién pregunta eso? Yo mismo. Un médico de pueblo. Me gusta mucho ese nombre, por lo que implica (ahora me llaman médico de familia, también me gusta, claro). Trabajo en pueblos desde casi 40 años, desde los 23 de edad (un pimpollo, sí). Y con gran satisfacción profesional y personal.

Uno hubiera querido ser también arquitecto, escritor, profesor, fotógrafo, músico, periodista y astrónomo. Pero una sola vida no da para tanto. Necesitaré siete más. ¡Qué bien!

La especialización y la superespecialización han aportado grandes beneficios a los pacientes, sin duda. Es imprescindible acotar los campos de expertos para dominar la alta y asombrosa tecnología disponible. Mis colegas especialistas lo hacen muy bien. Mi admiración para ellos.

No obstante, cuando un enfermo sufre una enfermedad concreta que precisa atención hospitalaria y especializada, se lleva al hospital todas sus enfermedades, y además puede tener allí problemas de salud no relacionados con el proceso que le ha llevado al hospital.

Actualmente estos procesos se resuelven en general con interconsultas a otros especialistas hospitalarios o con la aportación que cada médico especialista puede hacer (hay muchas especialidades, de diferente amplitud clínica).

Médicos de familia experimentados podrían cumplir la función de consultores de los especialistas para atender las otras patologías del enfermo (exceptuando obviamente las emergencias), si así lo consideran estos.

A demanda de los especialistas que atienden al paciente podrían:

-Resolver o paliar distintos problemas en el mismo paciente en una única consulta.

-Dirigir a otro experto los problemas que no pueda resolver. Es decir, hacer lo que ya hacemos en nuestras consultas de atención primaria. Esto agilizaría la asistencia y descargaría de interconsultas a otros especialistas, que podrían además atender mejor y con más rapidez a quien realmente precisa una interconsulta especializada.

No tengo ni idea de si esto puede parecer bien a alguien o si a otros les puede parecer un disparate.

Ni tampoco de cuántos médicos de familia habría que contratar. ¡Qué le vamos a hacer! Bueno, ya está dicho.

El autor es médico de familia