Euforia en el Gobierno: “Se ha metido dos tiros, uno por cada pie”, explican fuentes del Gobierno ante la estrategia de Ciudadanos tras aprobar la Ejecutiva este lunes que no pactaran con los socialistas tras el 28 de abril. “Nos está haciendo la campaña y regalando el centro”, dicen con júbilo varios miembros del Gobierno sin contener su optimismo. Palabras en un acto de precampaña al que han asistido todos los ministros del Ejecutivo salvo Teresa Ribera, de Transición Energética, Pedro Duque, de Ciencia, y el de Interior, Fernando Grande-Marlaska. Y en el que ha defendido “una España en la que quepamos todos y no, como algunos quieren. Una España en definitiva optimista”.

Una idea inclusiva, con un mensaje “optimista” y un lema acompañado de un corazón rojo que pretenden contraponer los socialistas con “la crispación y el mensaje de odio” que vierten las tres derechas de Ciudadanos, PP y Vox. Estrategia que, de momento, es rentable a tenor de lo que los socialistas detectan en sus propios sondeos: un repunte “impresionante” del PSOE que achacan a la estrategia del líder de Ciudadanos, Albert Rivera, “a la desesperada” y “con el objetivo de erigirse en líder hegemónico del bloque de las derechas y heredero del PP”.