Llevamos mucho tiempo viendo en las cadenas privadas de TV y radio cómo pululan por los platós personajes de toda clase y condición: periodistas, cantantes, artistas de cine y teatro, políticos de altura y de bajura, deportistas y de otras disciplinas variadas..., pero una cosa que nunca han evitado estas cadenas es que cuando un personaje hace comentarios soeces, faltos de rigor y sensatez, o que pueden herir sensibilidades, los conductores de esos programas no les expulsen del plató. Lo estamos viendo casi a diario en Telecinco, Antena 3, La Sexta y alguna que otra, así como en alguna emisora de radio. Hay periodistas muy conocidos por su ideología de derecha rancia y retrógrada, que a mi entender sobran en esos platós, esas cadenas deberían exigir un mínimo de decoro y sensatez, aunque se conozca al personaje. Creo que también las cadenas privadas deberían mantener una ética moral y de comportamiento colectivo, que no provoquen reacciones de odio ni de rencor, cuando el personaje se extralimita en sus apreciaciones. Algunas veces pienso que estos personajes son inmunes a las denuncias y querellas, que con toda seguridad les acompañen muchos días del año a los tribunales. Información veraz y contrastada sí, información en tiempo real también, pero siempre con ese sello de razonamiento y seriedad que la licenciatura en Ciencias de la Información y Periodismo conlleva, para que sea eso, información contrastada y veraz, sin atisbo de manipulación y mucho menos de desprecio y odio hacia todo lo demás, nos guste o no. Información no es manipulación ni tergiversación.