José María Aracama firmó ayer un artículo en el que, a partir de las conclusiones sobre Sodena expresadas en la comisión de investigación del Parlamento Foral, expone su opinión sobre todo ello y hace también algunas afirmaciones. Recuerdo a un entrañable amigo y gran periodista, ya fallecido, al que innumerables veces escuche su principio: “las opiniones son libres, los hechos son sagrados”. No entraré a dar mi opinión sobre Sodena, por ahora, que le aseguro es más crítica que la de quien durante tantos años, década larga es su expresión, fue su director general. Pero si quiero negar una de sus afirmaciones por aquello de los hechos sagrados. Dice el señor Aracama, y citó textualmente, que: “Está compañía injustamente vapuleada en Navarra es la referencia en el funcionamiento de sociedades de desarrollo como la SPRI vasca o Acció en Cataluña, entre otras, que fueron creadas bajo la inspiración de Sodena”. Pues no, señor Aracama, puede usted colocar a Sodena en el altar que desee pero no puede falsificar la realidad. La Sociedad para la Promoción y Reconversión Industrial, SPRI vasca a la que se refiere, fue creada mediante la Ley 5/1981 de 10 de junio, publicada en el BOPV el 16 de julio de 1981. Sodena se creó el 18 de junio de 1984, es decir tres años más tarde. Malamente podía tomar a Sodena como inspiración. Tal vez la realidad sea justamente la contraria a su afirmación y Sodena se crease bajo la inspiración de la SPRI vasca. Pero solo digo que “tal vez”, sin atreverme a afirmar, mi osadía es menor que otras. En todo caso, lo importante es que los hechos son contrarios a sus afirmaciones. Tengo otros muchos desacuerdos sobre Sodena, pero adelanto por urgencia esta rectificación a su escrito.