Lamentaciones del día después
Es un caso, a la vez que curioso, desolador, cuando después del cierre de los colegios electorales y cuando nos informan del escrutinio y resultado cada 30 minutos aproximadamente, nos embarga una cierta duda o preocupación de cómo será el resultado final. Cuando se ha escrutado el 45/50% parece que el ganador se va perfilando y la alegría para unos se convierte en frustración para otros muchos que habían puesto todo su trabajo, su dedicación y su tiempo a intentar rescatar unos cientos de votos para que su opción política fuese la ganadora.
Las elecciones generales son una especie de examen final de un curso muy difícil y de cuyo resultado dependerá nuestra vida, nuestro trabajo, nuestra educación, la sanidad y el estar un poco mejor en igualdad y en oportunidades, que lo que habíamos tenido hasta ahora. Y lo digo con conocimiento de causa y con la experiencia de más de 70 años, de los cuales 27 los he pasado en dictadura y los 44 restantes a caballo entre el bipartidismo del PSOE y Alianza Popular-PP. Ninguno de estos partidos ha sabido repartir adecuadamente el bienestar general al pueblo, conseguir un reparto más justo de la riqueza y contentar a las clases medias y bajas, la pobreza, la precariedad, el paro, la desigualdad de género y todo lo más básico ha brillado por su ausencia. Se mantiene el paro (más de 3 millones), la pobreza severa alcanza a otros 3 millones de personas, los jóvenes se van a otros países, las ONG, Cruz Roja y Cáritas tienen mucho trabajo y la Constitución en sus artículos más esenciales no se cumple. Siempre decimos lo mismo en cada cita electoral, a ver si esta vez somos inteligentes, pensamos en lo pasado y elegimos con más acierto la papeleta de votación.
Y como última reflexión tengo que decir que en la mayoría de países avanzados, la izquierda ha sido y es la protagonista y la seguridad de que las cosas van a cambiar a mejor para todos y todas. No nos dejemos engañar los de a pie, los obreros y la gente sencilla sabemos que la izquierda es la mejor opción, no perdamos esta única oportunidad de ir saliendo adelante porque, de lo contrario, lo lamentaremos el día después.