Cuando digo izquierda, me estoy refiriendo a Podemos, a IU, a ERC, en Marea, en Comú, Actúa, Junta Republicana, BNG e incluso los Verdes, que han sido en bloque los más perdedores en estas elecciones municipales, autonómicas y europeas. Me alegro mucho de la gran remontada que el PSOE de Pedro Sánchez ha conseguido en las dos citas electorales, y digo que me alegro porque le ha costado mucho trabajo llegar a la Moncloa, desde la famosa moción de censura en junio de 2018. Dicho esto, espero que después de la gran ayuda que tuvo para derrocar a Mariano Rajoy, Sánchez no se olvide de esa colaboración y reconsidere esa ayuda. Una vez que parece que el bipartidismo ha sido superado, creo que sería bueno para el país, para las comunidades y para los ayuntamientos que se hiciesen acuerdos, pactos y negociaciones con los partidos de izquierdas restantes para la gobernabilidad en todos los ámbitos que fuesen necesarios. El objetivo creo yo que debería ser apartar en todo lo posible a los partidos de la derecha, del centro derecha y de la derecha extrema, para evitar contaminaciones y prácticas políticas que ya están superadas, pero que algunos del trío de Colón quieren desenterrar y volver a los tiempos medievales. No estamos en esos tiempos afortunadamente, y pienso que con la ayuda del partido ganador, que sin duda ha sido el PSOE, podemos seguir avanzando en democracia, en libertad y en justicia social. Lo digo desde el convencimiento que el secretario general del PSOE lo va a tener muy en cuenta, porque su ideología y su honestidad, percibo que es íntegra, y así como a él le ayudaron y le apoyaron para su llegada a la Moncloa hace casi un año, ahora también va a necesitar a estos mismos partidos de la izquierda para su investidura como presidente del Gobierno. Por consiguiente, y considerando al PSOE como ganador de estas elecciones, también los que le apoyaron entonces van a ser tan necesarios como los votos del PNV, que aún siendo un partido conservador, siempre exige parte de la tarta política.