Es evidente que los que diseñaron la remodelación y creación de esta avenida, al mejor estilo europeo, no son cazurros ni tarugos ni obtusos. Partiendo desde Barañáin en la línea 4, recorrer la avenida Pío XII a partir del cruce de la Clínica Universitaria es un placer, y llegando hasta el Edificio Singular y seguidamente Navas de Tolosa nº 5 y estás en el centro ciudad. Esto es transporte público de calidad, con unos andenes/aceras de extensión larga, alineados en toda la avenida, resultando una circulación espléndida, no entorpecida para los autobuses urbanos, aligerada para vehículos, y que con un solo carril preferente no pueden coger velocidad, y con un carril bici de línea fúlgida que resulta amable.

En plena primavera, las mesas-terrazas de los establecimientos de hostelería de Pío XII van a disfrutar de no tener carretera de circunvalación y, sobre todo, la mejora de la calidad del aire, que también afectará a los habitantes de los edificios encuadrados en el entorno de la citada avenida, que por otra parte están muy necesitados de la mejora del CO2 y el dióxido de nitrógeno muy cargado desde el entorno de Iturrama. Miren en la estación de la calidad del aire del Gobierno de Navarra y se alegrarán de que de esta forma se pueda atenuar el efecto CO2.

Con la decoración de los espacios ajardinados adquiere una estampa de avenida de postín para que circulen los coches. Lástima el arbolado de la mediana, que al ser de hoja caduca no es el mejor filtro para absorber el CO2. Afortunadamente, la circulación de vehículos se ha atenuado y resulta más fluida sin esa aglomeración de varios carriles saturados de coches, y al no coger aceleración por velocidad, la expulsión de los gases de la combustión se ha atenuado.

Ojalá otras muchas calles de circulación pudiesen transformarse a semejanza de Pío XII. Ha dejado de ser circunvalación, sirve de paseo sosegado, aunque nunca tan apacible como si no transitasen vehículos; terrazas más confortables y abiertas, sin tanta contaminación y menos ruido.

Más de la mitad de los díscolos con Pío XII no usaban el transporte urbano y ahora, con su diligente y sosegado tránsito, ya que tienen un carril casi en exclusividad, están fomentando el uso del urbano.