Este mes de junio se celebrarán oposiciones al cuerpo de Maestros. Veo a mis jóvenes compañeros ocupados, acelerados, estresados e ilusionados preparándose para conseguir una plaza que les permita tener estabilidad laboral. Me veo a mí, al otro lado, también estresada y preocupada porque me ha tocado formar parte de uno de los tribunales de dicha oposición, ahora que estoy en puertas de mi jubilación (13 de octubre) tras 40 años de trabajo.

En estos años de docencia, he impartido matemáticas, lengua española, alfabetización e inglés básico, siempre en Educación Permanente de Adultos. Nunca a lo largo de estos años he trabajado en Educación Infantil ni Primaria, por lo que desconozco todo lo referente a dichas etapas. Por lo expuesto anteriormente, en el Departamento de Educación el día 3 de mayo presenté una alegación solicitando ser eximida de dicha obligación. A pesar de no recibir ninguna respuesta ni afirmativa ni negativa, el día 29 de mayo tuve que acudir a dicho Departamento a formar el tribunal. Ese día presenté otra alegación solicitando me respondan a la primera. A día de hoy no he recibido respuesta alguna, lo cual me parece una falta de educación y respeto absoluto. En dicha reunión también nos enteramos de que quedan eximidos los profesores que se jubilan antes del 3 de septiembre. Me pregunto, ¿por qué no todos los que nos jubilamos a lo largo de 2019 como hacen en otras comunidades?